

Proceso Artesanal
Cocción en hornos de piedra: Enterradas y cocidas con leña durante varios días, adquieren ese sutil aroma ahumado que distingue a Gatopardo.
Molienda tradicional: Las piñas cocidas se deshacen con hacha o tahona, como dicta la costumbre.
Fermentación natural: En tinas de pino abiertas al cielo, la fermentación ocurre sin químicos, solo con los levados del entorno.
Doble destilación en alambique de cobre, para lograr una pureza que conserva el alma del desierto.
Notas
A la vista:
Cristalino con reflejos pajizos. Cuerpo medio que delata su nobleza artesanal.
En nariz:
Aromas frescos y minerales con toques de tierra húmeda, resina, hierbas silvestres y un fondo ligeramente ahumado.
En boca:
Entrada suave y equilibrada. Se perciben notas de agave cocido, salvia y pimienta blanca, con una textura redonda y elegante.
Final:
Seco, persistente y herbal, con un retrogusto limpio que evoca el desierto y su esencia salvaje.
Maridaje sugerido:
Ideal con carnes asadas, quesos curados, chocolate oscuro o simplemente solo, para apreciar su carácter puro.